Con goles de Rojo, Pastore, dos
de Di María, Agüero e Higuaín la selección aplastó a su rival 6 a 1. Barrios
habia descontado para los guaraníes. Con este resultado los de Martino juegan
la final el sábado con Chile.
La jerarquía y contundencia del
seleccionado argentino de fútbol le permitieron esta noche golear 6-1 a
Paraguay en Concepción para jugar ante el anfitrión, Chile, la final de la Copa
América en busca del décimoquinto título y que se le niega desde 1993.
Los goles del conjunto que dirige
Gerardo Martino fueron anotados por el defensor Marcos Rojo (PT 14m), el
volante y figura de la cancha Javier Pastore (PT 26m), el mediocampista Ángel
Di María (ST 1 y 7m), el delantero Sergio Agüero (ST 34m) y el atacante
ingresado Gonzalo Higuaín (ST 37m).
Por su parte, el delantero
argentino nacionalizado paraguayo Lucas Barrios (PT 42m) descontó para el
conjunto de Ramón Díaz en el estadio Ester Roa de Concepción que tuvo como
árbitro al brasileño Sandro Ricci.
Con este resultado, Argentina
enfrentará al país organizador Chile, que nunca ganó la Copa América, el
próximo sábado en el estadio Nacional de Santiago, desde las 17.
El conjunto argentino, máximo
favorito en la previa, impuso condiciones ante Paraguay y estableció
diferencias en los momentos justos con la lección de aquel debut ante el mismo
rival en el debut que encontró el empate sobre el final luego de haber estado
dos goles abajo.
La clave del equipo de Martino no
solo pasó por la jerarquía y contundencia ante un rival en proceso de
reorganización futbolística que no contó además con los lesionados Néstor
Ortigoza y Miguel Samudio sino también por la figura de Pastore, que tuvo su
gran noche en bajo el clima frío de Concepción. El volante cordobés fue eje del
equipo y cuando estuvo encendido Argentina tuvo las mejores opciones con buenos
pasajes de fútbol.
Paraguay, que por momentos tuvo
una línea de cinco en el fondo, arrancó con la situación más peligrosa con el
remate fallido de Roque Santa Cruz en la puerta del área (5m) luego del pase de
cabeza del movedizo Nelson Haedo Valdez, pero desde entonces Argentina impuso
condiciones, como ante Colombia el viernes pasado, y se potenció con el gol de
Rojo que con pie izquierdo aprovechó una falla en el despeje de la defensa
paraguaya luego del centro de pelota parada de Messi.
El equipo de Martino encontró
espacios porque Paraguay sintió el golpe, además haber sufrido las lesiones de
Derlis González y Santa Cruz antes de los 30 minutos. El gol de Pastore fue un
ejemplo del dominio argentino. Messi tomó la pelota en el medio y encontró al
volante cordobés en diagonal al área para definir a un palo ante la salida de
Justo Villar.
Hasta ahí, el resultado era justo
y Argentina, para preocupación de la gran cantidad de hinchas chilenos en el
estadio, creció futbolísticamente porque se mostró seguro en defensa con Martín
Demichelis como comodín. El ex River hizo las veces de volante central en lugar
de Mascherano, condicionado por la tarjeta amarilla, y Nicolás Otamendi
anticipó cada jugada. Lucas Biglia fue un auxilio permanente y Pastore el mejor
de la cancha.
Sin embargo, Argentina tuvo un
bajón. Una caída pronunciada en el rendimiento, casi inexplicable, y la actitud
y Paraguay, herido en su orgullo ante tantas adversidades, resurgió como
aquella noche del debut en La Serena y a los 42 minutos, un anticipo de Bruno
Valdez ante Pastore le permitió el pase al ingresado Lucas Barrios que definió
junto a un palo y levantó el ánimo de paraguayos y chilenos en las butacas.
Las dudas del final del primer
tiempo en el equipo argentino disminuyeron tanto como el cántico anti-celeste y
blanco de los hinchas chilenos con los goles de Di María en dos avances
letales. El primero con un pase en profundidad certero de Pastore y el segundo
con una jugada fenomental de Messi que eludió a dos rivales hasta el pase para
el volante de Manchester United de Inglaterra.
En pocos minutos, Argentina
resolvió un partido que se había puesto difícil, que invitaba a los fantasmas
del debut ante la 'garra' paraguaya, pero aquello fue una lección y el equipo
de Martino lo comprobó en cancha.
La lluvia de goles con Agüero, de
cabeza, (centro del mejor Di María en el certamen) y del ingresado Gonzalo
Higuaín, no hicieron más que ratificar el bueno momento del seleccionado
argentino que se perfila como el gran candidato a ganar la Copa América para
actualizar el calendario, recuperar la confianza y para que esta generación de
jugadores no pase inadvertida y cerrar de alguna manera la herida con la final
perdida en el Mundial Brasil 2014.(Fuente:Telam)
Liga de Futbol Concordia
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